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| No esperan la Cabalgata de los Reyes precisamente… |
Suele decir el dicho muchas veces que «la realidad supera a la ficción» y lo curioso es que es verdad. ¿Cuántas veces hemos visto o leído noticias que parecen totalmente inverosímiles y que parece imposibles de creer? Pues no me equivoco si digo que prácticamente cada día.
La historia que hoy contaré la descubrí hace pocos días leyendo un portal sobre historias curiosas. Unos sucesos que bien podrían dar lugar a una película, y es que lo que ocurrió fue realmente sorprendente…
Viajemos pues a los años 80, al estado de Oregón en EEUU. Allí, un tío llamado Bhagwan Shree Rajneesh había fundado una especie de secta – comuna con sus propias leyes. En ella se promulgaba la vida humilde y carente de toda materialidad; también se enseñaba a tener una visión de la vida sexual totalmente abierta: es decir, todos con todos. A la rica orgía, oiga.
Lo bueno de todo esto es que al parecer la secta de Osho ( el loco que fundó la secta se llamó así al paso de un tiempo) creció rápidamente, y lo que había comenzado como una pequeña comuna pasó a ser una ciudad a tenor de sus más de 7.000 habitantes. Es más: también contaba con un ejército propio, restaurantes, bomberos, un embalse de agua y hasta una pista de aterrizaje de 1km.
Era cuestión de tiempo que acabase constituyendo en una ciudad a efectos legales. Y eso es lo que ocurrió en 1982, cuando la comuna pasó a llamarse Rajneeshpuram oficialmente como municipio en toda regla. Y a partir de entonces, la locura.
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| El «iluminado» Osho |
Atraídos por las noticias, muchos creyentes de esta secta se instalaron en una ciudad a 30 km de la ciudad-comuna, llamada Antelope. Y fueron muchos, tantos que tras unas elecciones, el nombre de esa ciudad fue cambiado por Rajneesh: resulta que los religiosos habían superado en número a los autóctonos. Como era de esperar, el estado de Oregón presentó una denuncia contra la constitución de la comuna como una ciudad. De esa manera esperaban parar esa locura de expansión religiosa.
Pero lejos de eso, lo que provocaron fue que los «rajneenses» se propusieran hacerse con el control de todo el condado de Wasco: su intención era traer a miles de personas hasta Rajneeshpuram para inflar el censo electoral y ganar unas elecciones. Y para ello no dudaron en idear un programa en el cual ofrecían vivienda y comida a los vagabundos de todo el país sin necesidad de trabajar. Una auténtica locura.
Afortunadamente, pero, ese programa fue impugnado a última hora por el condado de Wasco. Pero lejos de conformarse con ello, los rajneenses continuaron con su particular «cruzada«: ya que no podían traer a sus fieles, iban a acabar con los contrarios a ellos. Así, a lo genocida. En 1984 hubo una intoxicación masiva de más de 150 personas, que más tarde ascendió a 750, por una gastrointeritis aguda. Evidentemente los seguidores de Osho fueron acusados de ello, y finalmente en las siguientes elecciones la población votó en masa para evitar que aquellos locos accedieran a algún puesto de poder.
Lo consiguieron pero durante un tiempo la población vivió en un estado de psicosis permanente, temerosa de cualquier acción de la que pudieran ser capaces los habitantes de Rajneeshpuram.
Finalmente, se descubrió en la ciudad-comuna una instalación a gran escala para la fabricación de armas bacteriológicas. Y también se encontró el virus que causó la intoxicación de gastrointeritis. Como cabía esperar, muchos de los sectarios fueron condenados a penas de cárcel de hasta 20 años. Curiosamente, Osho se libró de ello y solamente fue acusado de infracciones de la ley de inmigración. Fue condenado a pagar 400.000 dólares y deportado del país. La ciudad-comuna fue desarticulada y el rancho donde se inició todo fue vendido al condado.
Y así fue como esta historia acabó, una auténtica locura más propia de una película de terror o thriller que de la realidad. Y me extraña que todavía nadie aún haya decidido trasladar estos hechos a la gran pantalla.
Saludos Bizarros para todos!!
El Rincón de lo Bizarro 